jueves, 6 de marzo de 2008

Ir y venir, ir y venir

En Madrid, como en otras tantas ciudades unos van y otros vienen. Pero lo cierto es que el madrileño está acostumbrado a seguir un ritmo vertiginoso, rapidez absoluta. Siempre hay prisas por todo y hay que correr sea cual sea el motivo. Probad a ir a la Gran Vía madrileña y quedaos quietos en mitad de la calle. ¿Que pasará?

2 comentarios:

Los Chicos dijo...

Que te acabarás aburriendo y te entrará hambre y te acabarás comiendo un arroz de los chinos con huesecillos de rata y te entrarán ganas de vomitar.

juan es uno en inglés dijo...

jajaja, como se nota que lo has probado eh?