domingo, 11 de mayo de 2008

Nueve días, 20 horas, 53 minutos y algún segundo

Pues si... ya llegaron los treinta. No se está mal. Disfrutando como un bellaco desde entonces. Claro que la pregunta es... antes no lo hacía? Púes si, lo cierto es que llevaba una temporadita de pasarmelo como un crio, vamos que he tenido una vuelta a la adolescencia (que algunos dicen). Fue buenísima la adolescencia y esta segunda adolescencia está siendo mucho mejor, asi que tendré que disfrutarlo no? me lo merezco creo yo.
La verdad es que empezó muy bien esta nueva década. Dos días en Robleluengo rodeado de gentecilla más maja que las pesetas, comiendo mucho bebiendo y sobre todo, riendonos mucho. Eso que no falte nunca. Termine con dolor de codo el día de mi cumpleaños de tanto telefono. Vamos no puedo quejarme se acuerda mucha gente de mi. Y eso lo cierto es que es muy bonito. Te llaman o te ponen mensajes... y eso es porque en el fondo hay algo. Paso lo mismo en el tanatorio cuando murió mi padre, no paraba de venir gente. Algunos que le conocían de muy pocos meses atras. Recuerdo a su compañero de la ultima sucursal a la que le obligaron a ir los muy cabrones del banco. A pesar de estar jodido muy muy jodido, en pocos meses consiguió mostrar algo bonito a la gente que supieron reconocerlo a pesar de haber pasado como un suspiro por allí. Yo más tarde pensé lo bonito que había sido y lo feliz que se habría sentido él de saber cuanta gente le quería. Se que lo sabía. También pensé... ójala el día que me muera me ocurra lo mismo, que mi gente pueda ver que era una gran persona y lo mucho que me apreciaban. Espero que pase, será señal de que no lo he hecho tan mal, pero lo cierto es que es bonito poder comprender esas cosas vivo. He de confesarlo, me gustó mucho recibir llamadas, sms, que me doliese el brazo por sujetar el movil, compartir el día con amigos a los que quiero mucho. Que el año que viene sea igual (o mejor).

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